lunes, 13 de junio de 2016

# Ojalá.

Corre, te estoy dando ventaja. Cuando cierre del todo la puerta no se te va a abrir ninguna ventana.
Juega, explora y descubre, y ojalá te despiertes un día y sientas no haberlo sentido. Y sientas habértelo perdido todo. Y sientas ese vacío que yo llamo hogar desde que eres el único que tiene las llaves de mi vieja casa.
Si eres cruel lo aprendiste de mi, no lo dudo. Pero lo mío era involuntario. Un acto reflejo. Un arma de doble filo; y te juro que yo era quien más se clavaba la daga.
Era una enajenación mental pasajera contra mi misma.
El efecto secundario, el daño colateral, fue estar ciega.
Ojalá un día te despiertes y sepas que no puedes hablar de mi con ella en la cocina. Ojalá que un día te de tanta pena saber que sólo tú sabes que existí como a mi que ya no existías cuando la luz llegó a mi vida.